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Quito; Bernal; Córdoba, Tunuyán; Barcelona; etc. (y todo otro lugar del mundo donde existan buenos vinos), Buenos Aires (Pcia. y Ciudad Autónoma); Córdoba (Argentina); Pichincha (Ecuador); Tunuyán (Mendoza);, Argentina
y además de enólogos, también al mismo tiempo psicologos, sommeliers, geólogos, licenciados y técnicos, de Argentina repartidos en el mundo

jueves, 19 de septiembre de 2013

... de enólogos, sommeliers y enófilos: un equipo perfecto. 1° parte

 
Comúnmente se escucha decir que: "el buen vino nace en la viña".  Es una frase repetida pero por serlo no deja de ser una gran verdad.  Sólo a partir de una excelente uva se puede obtener un vino excepcional. Pero con una buena viña no basta.
Poco puede hacer la ciencia o el arte para remontar vuelo desde una materia prima defectuosa. La mano del hombre no puede hacer milagros.
Cuando las uvas llegan saludables al punto exacto de la madurez, recién allí se podrá iniciar esa fantástica transformación en los vinos que llenarán nuestras copas y deleitarán nuestros sentidos.
La naturaleza hace la primera parte, el resto la mano del hombre, que a través de ciencia y arte puede obrar el milagro.
Numerosas manos de muchas personas intervienen en esta mágica obra que se repite permanentemente desde hace siglos, desde el cosechador que recoge los racimos hasta que conocedor que saborea el vino en su copa.
 
 
Hoy hablaremos de tres personajes, protagonistas de un equipo indispensable de esta obra: enólogos, sommeliers y enófilos.
Para los que se mueven en  el mundo del vino generalmente tienen en claro cuáles son las diferencias y competencias de cada uno de ellos, pero las fronteras profesionales son muy difusas. Más de un neófito, que recién se inicia en el tema, no lo ve para nada claro y más aún si se trata de entender el tema mientras se beben varias copas de un buen vino.
 
 
El enólogo
El enólogo es el profesional que hace el vino, quien conoce las técnicas y secretos de su elaboración. A través de ciencia y arte transforma la uva en vino, siendo el responsable del vino de una bodega, tanto de sus virtudes como de sus defectos. Es el que evalúa y determina si el mosto está fermentando bien, si es necesario hacer alguna corrección o si el vino necesita más tiempo de barrica. La responsabilidad del producto final es del enólogo y sus colaboradores, siempre está en busca del vino perfecto. Es creativo. Siempre está experimentando nuevas técnicas para obtener un mejor vino, siendo extremadamente crítico y obsesivo en ver primero los defectos que las virtudes de su producto.
Su trabajo dista bastante de la imagen glamorosa que muchos tienen de la profesión, ya que si bien a veces le toca presentar algún vino en una feria o en un lanzamiento comercial importante, el ritmo cotidiano es diferente. Desde la vendimia donde la presión es grande, con muchas horas de arduo trabajo, de levantarse muy temprano y volver al hogar cuando la familia duerme, perdiéndose feriados importantes como el primer día de clases de los hijos, día del trabajo, semana santa entre otros. La uva no espera, si se le ocurre madurar un día feriado o fin de semana, ahí hay que estar.


Su labor no se restringe a la recepción de la uva en bodega, elaboración y posterior crianza del vino. Hay que sumar la participación en la toma de decisiones de nuevas plantaciones de vides destinadas a la producción,  indicando qué variedades plantar y como, buscando siempre optimizar la calidad y cantidad de la uva. Para esto requiere tener conocimientos de biología, edafología, geomorfología y climatología.
 
 
El tema no queda allí, sigue la responsabilidad de supervisar los  viñedos en producción, recorriéndolos periódicamente junto con los viñateros para determinar los manejos agronómicos necesarios y tomar decisiones correctas de cosecha.
 
 
Pasada la vendimia, la época del año más estresante para este profesional, continúan los trabajos de terminación de la bebida, clarificación, trasiegos, estacionamiento y crianza en barricas, la determinación de cortes y finalmente el embotellado. Después viene la parte comercial que es la que en definitiva financia todo lo anterior, por eso muchos enólogos también tienen que vender su vino, debiéndose perfeccionar en técnicas de venta, de marketing e idiomas.


 

 
                                                                                                                                     (continuará...)

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