Desde que el vikingo Leif Ericsson descubriera Vinlandia en el siglo XI, pasando por los primeros colonos que le dieron origen a esa nación, hasta terminar en la Ley Seca que practicamente destruyó la vitivinicultura estadounidense, este más que interesante libro relata una apasionante historia. La de cientos de intentos, infructuosos la gran mayoría, como la fundaciòn a mediados del 1700 de una "Nueva Burdeos" (New Bordeaux, en Carolina del Sur) que intentaban implantar en esa parte del nuevo mundo a la Vitis vinifera y desarrollar la industria del vino.
Por diversas causas todos fracasaron, culpándose al clima, al suelo o a la falta de idoneidad o voluntad de los inmigrantes franceses, alemanes, suizos o italianos que participaron de la empresa.
Pero el problema era otro, mucho más grave e inesperado: Pestes y plagas, todas originarias y endémicas de esa parte de Amèrica y desconocidas en Europa, destruyeron los sueños y fortunas de miles de viticultores. El Mildiu o peronóspora, el oidio y el sobre todo la filoxera, acechaban en esas tierras. Las distintas vides americanas convivían con ellas sin mayores problemas, ya que habían evolucionado juntas conviviendo por milenios. Las vides viníferas, con pocas o ningunas defensa, al primer o segundo año de implante decaían y finalmente morían.
El texto está en inglés, pero es de facil y amena lectura. Muy recomendable.
Luis Fontana
Disponible en:
http://publishing.cdlib.org/ucpressebooks/view?docId=ft967nb63q
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