Mientras lloren las viñas, yo beberé sus lagrimas... (Domingo Martinez Lujan)
Datos personales
- Enobaires
- Quito; Bernal; Córdoba, Tunuyán; Barcelona; etc. (y todo otro lugar del mundo donde existan buenos vinos), Buenos Aires (Pcia. y Ciudad Autónoma); Córdoba (Argentina); Pichincha (Ecuador); Tunuyán (Mendoza);, Argentina
- y además de enólogos, también al mismo tiempo psicologos, sommeliers, geólogos, licenciados y técnicos, de Argentina repartidos en el mundo
miércoles, 25 de julio de 2018
miércoles, 18 de abril de 2018
Abril, el mes del Malbec
Elegir Abril para festejar el Malbec parece solo un pretexto más para disfrutarlo.
Por cierto, es el mes de su aniversario: Hace 165 años, un 17 de abril se creó, por una genial sugerencia de Don Domingo Sarmiento, la Quinta Normal de Agricultura de Mendoza a cargo del agrónomo francés Miguel Pouget, quien tuvo la fantástica ocurrencia de traer a estos pagos y escondida entre otras 133 cepas, a la variedad que más satisfacciones y renombre nos iba a dar a los argentinos.
También Abril es el fin de la vendimia, cuando la suerte del año está hechada y se cuentan las fichas de final de juego. Es el mes en que los vinos se terminan de descubar, ya no hay lugar para deseos y esperanzas, y con sus berrinches de recién nacido nos empiezan a decir el caracter de la cosecha.
Este Abril nos brinda y bendice con una cosecha 2018 excepcional, de una calidad de uvas, que los buenos enólogos transformarán en vinos memorables. Los que trabajamos, vivimos y por sobre todo disfrutamos de esta industria estamos felices por lo que la naturaleza nos obsequió.
martes, 27 de febrero de 2018
Canción de los vendimiadores
Si vas a la vendimia,
mi niña, sola,
volverás con la saya
de cualquier forma.
Y a pocos meses
te rondarán el talle
sandías verdes.
De la vendimia vengo
sola, mi niño,
con la saya ordenada
y talle fino.
De la vendimia
vuelve revuelto el talle
que se malicia.
A la vendimia, niñas
vendimiadoras.
A la vendimia, niña,
que ya es la hora.
¡Si vendimiara
el ramo de tu pecho
y el de tu cara!
A la vendimia, niños
vendimiadores.
A la vendimia, niño,
van mis amores.
Mas con el cuido
de no perder las hojas
ni los racimos.
Enriquezco tu mano
cortando uvas
cubiertas por los soles
y por las lunas.
¡Ay si quisieras
que cortara tus besos
con mis tijeras!
Cuando pisa racimos
tu abarca verde,
tu pie se vuelve sangre,
mi sangre nieve.
Pisa las uvas,
que como mis amores
ya están maduras.
Miguel Hernández Gilabert (Poeta y dramaturgo español, Orihuela 30/10/1910 - Alicante 28/3/1942)
lunes, 1 de enero de 2018
Cepas de Mendiolaza
Son apenas media docena de cepas, de distintas variedades y de tres años las más "viejas". Por cierto que no van a mover el amperímetro que mide el volumen de los vinos de Córdoba, pero son el cable a tierra que me hace conectarme con mi abuelo viñatero.
La primavera fue propicia y una veintena de racimos prometía una buena vendimia.
A mediados de diciembre una tormenta quebró el único cargador de la Bonarda y perdí sus 6 racimitos. Afortunadamente del pitón surgían unos brotes, que al menos garantizaban que la planta seguiría creciendo. Pero un par de días antes que termine el año, en apenas unas horas, las hormigas me dieron una mala sorpresa: no le dejaron una sola hoja. Más el Bonarda no es de rendirse fácilmente, y hoy 1° de enero, ya hay un par de hermosos brotecitos.
De las hormigas ya me estoy encargando, van a pensar dos veces antes de volver a hacer daño.
Apenas a un metro de distancia, el Tannat, como buena vasca noble y testaruda, derrocha racimos y hojas.
y me regala el primer envero de la temporada
La Isabella en cambio, dio mucho follaje y apenas un par de pequeños racimos:
y es la que más sufre el efecto del 2,4 D (*)
(*) Ácido 2,4-diclorofenoxiacético
La primavera fue propicia y una veintena de racimos prometía una buena vendimia.
A mediados de diciembre una tormenta quebró el único cargador de la Bonarda y perdí sus 6 racimitos. Afortunadamente del pitón surgían unos brotes, que al menos garantizaban que la planta seguiría creciendo. Pero un par de días antes que termine el año, en apenas unas horas, las hormigas me dieron una mala sorpresa: no le dejaron una sola hoja. Más el Bonarda no es de rendirse fácilmente, y hoy 1° de enero, ya hay un par de hermosos brotecitos.
De las hormigas ya me estoy encargando, van a pensar dos veces antes de volver a hacer daño.
Apenas a un metro de distancia, el Tannat, como buena vasca noble y testaruda, derrocha racimos y hojas.
y me regala el primer envero de la temporada
La Isabella en cambio, dio mucho follaje y apenas un par de pequeños racimos:
y es la que más sufre el efecto del 2,4 D (*)
(*) Ácido 2,4-diclorofenoxiacético
Etiquetas:
Bonarda,
Córdoba,
Cosecha 2018,
Mendiolaza,
Tannat
Suscribirse a:
Entradas (Atom)